domingo, 13 de septiembre de 2009

Cosas que nunca te dije.


Saturday night, but no fever. Vamos, que este sábado he decidido quedarme en casa. Había pensado en salir para ver a un amigo, que salía con sus amigos y su chico. Estoy algo desganado, tengo que estudiar para acabar por fin el verano esta semana, y llevo pensándomelo todo el día, porque tardo en ir y en venir, y no me apetece ver según que cosas.

Este amigo mío, al que llamaré Curlboy, y yo nos conocemos desde hace un par de años y algunos meses. Nos conocimos muy lejos de España, y él tenía pareja. Pero un acercamiento paulatino hizo que fuésemos cogiendo confianza. La confianza hizo la cercanía, la cercanía el cariño, el cariño el roce y el roce hizo que acabásemos besándonos bajo unas sábanas tras una comida campestre con mucho vino blanco chileno, mientras su chico estaba en la enfermería (pero a él le daba igual, puesto que ya me había tirado los tejos y habíamos tenido nuestros más y nuestros menos días antes). Posteriormente, nos separamos, tras el verano cada uno volvió a sus vidas. No obstante, seguimos manteniendo el contacto a pesar de las dificultades de ambos. Él acabó dejando a su pareja, y aunque en estos dos años y pico ha habido momentos de distancia y momentos de cercanía, nos veíamos cada cierto tiempo. La atracción era incontenible.

El plan era simple, pero intenso: Vodka y mezcla por ahí con todos sus amigos gays (la locaza, el tío bueno, el americano pasivo y otros que no conozco) y la clásica amiga de gays (que me cae fenomenal), para luego, algo pasados, ir a Cool a exhibirse un rato y bailar. Después, al amanecer, quizá reirnos en cualquier banco de Vázquez de Mella o de Gran Vía e intentar desayunar sin odiar las lentillas. Luego, medio dormir, encontrar el autobús (ya diurno) adecuando y luchar por no bajarme cuatro paradas antes (mmm, el Rodilla me puede) o en la última tras soñar con los angelitos (y ahorrame un kilómetro andando con una tasa de alcoholemia del 0'25 a plena luz).

Él vino a estudiar a Madrid, a sólo 300 kilómetros de casa, y teniendo yo sitio allí. Él me consiguió entradas para ese concierto de estreno al que fuimos juntos. Con él vi películas en ese multicines tan caro donde siempre acabábamos de aquella manera cuando la sala se vaciaba (y es que su miembro erguido da casi vértigo). Él me iba a despedir al autobús cuando volvía a casa, y con él compartía el vaso grande de Cola-Light de BK (nunca McDonalds, eso no era para nosotros). Recuerdo una noche, en Príncipe Pío, en que, por fidelidad , no lo besé, a pesar de que nos deseábamos mucho, y parecía que esa cena en ese italiano, esos paseos y nuestros cuerpos estaban hechos a propósito. Una noche alucinante que no aproveché.

Pero la siguiente vez que nos vimos, apenas un mes después, había conocido a ese chico tan perfecto. 24 añazos, ojos verdes y buen cuerpo, simpático, romántico, detallista y con carrera y trabajo. Y todo se desmoronó: Nuestros planes de ir juntos un fin de semana a Londres, nuestras citas inocentes, nuestras citas no tan inocentes, las pelis...

A eso de las 21:30 me llamó. Me dijo que viniese, que me esperaba para salir. Le dije que estaba desganado, que estaba cansado, que tenía que estudiar, blah, blah, blah. "Quiero que vengas, me hace mucha ilusión verte. No acepto un no por respuesta, tengo muchas ganas de estar contigo", me dijo. Yo apenas contesté.

"Y yo lo que quiero es que dejes a tu novio y me beses como aquella vez", pensé yo. Pero no lo dije.

4 comentarios:

  1. ¡¡Y yo al final salí!! Más mojitos pero hoy he sido buena :p

    Que bien lo has escrito y descrito. Hubiera hecho lo mismo. ¿Tu crees que él sabe el motivo de tu desgana o no?

    ResponderEliminar
  2. Soy muy dado a buscar una palabra-"frase corta" para explicar la sensación que se me ha quedado despues de leer.
    "Mal sabor de boca".

    ResponderEliminar
  3. Creo que tenemos a una Coixet entre nosotros (espero que te guste la Coixet, que si no el cumplido no tiene sentido)

    ResponderEliminar
  4. B. Lee, no he visto ninguna peli de la Coixet (no sé si ésto me hace ganar puntos o perderlos), no suelo ver cine de españoles, soy más de cine americano... Pero si es un cumplido, gracias.

    Y sí, a mí también se me queda mal sabor de boca, Assassin, pero... ojalá hubiese podido llevarme otro sabor, jajaja. Y mi blog no es porno, porno... sólo que muchos de los "hombres de mi vida" son polvos y poco más.

    Alicia, hay que ser malo, que los buenos van al cielo y los malos a todas partes... Y sí, creo que el chico lo sabe, pero, obviamente, con mr. perfecto de novio se la sopla...por ahora.

    ResponderEliminar