jueves, 22 de octubre de 2009

La vida es un sufrimiento


X: Chico A conoce a chico B de forma natural,incluso un poco tonta.

J: Chico A piropea a Chico B al encontrárselo por la calle, sin venir a cuento.

V: En una fiesta, Chico A y Chico B hablan mucho, muy cerca. Se caen bien. Chico A le da a Chico B un masaje sobre la camisa que ve todo el mundo. Chico A le pide el móvil a Chico B. Esa noche se mensajean.

S: Chico A tiene plan con sus amigos, pero Chico B le propone ir al cine. Chico A acepta. Van al cine (que paga Chico A), y cenan. Pero ni un casto beso, ni un roce. Mensajitos y tonterías después.

L, M, X: Chico A está raro, en algún momento habla de ir lentos. Chico B se comienza a mosquear. Hablan por messenger, mucho tiempo.

J: Chico B propone a Chico A quedar en la facultad del segundo para tomar algo rápido. Chico A dice estar ocupadísimo.

Tres opciones:
1-Chico B se encabrona y pasa de Chico A forever and ever.
2-Chico B racionaliza las "excusas" y espera que pasen los agobios de Chico A.
3-Chico B se corta las venas, así, en vertical.

viernes, 16 de octubre de 2009

A night at the Opera (actually in Coslada).

Andaba yo muy feliz de camino a Nuevos Ministerios, porque había quedado con mi amigo Curlboy para tomar algo y cenar. Después de los acontecimientos (ya sabéis a lo que me refiero) del sábado aquel en ese lugar tan maravilloso, lleno de gente auténtica y buena música... cómo se llamaba... !Ah! !sí! Elástico, le dije que deberíamos vernos algún día para tomar algo a la luz del día, que últimamente sólo nos encontrábamos con alto grado de etanol en sangre. Incluso pensaba hablar de lo que pasaba por mi cabeza, e incluso sobre mis sentimientos.

Total, que nos vimos, decidimos cenar en el Ginos de Príncipe Pío (como la última vez), y acabó por convencerme con un plan para esa noche: Una fiesta en casa de una amiga suya en... Coslada (sí,donde el sheriff y los polis macizos de Pekín Exprés). Era obvio que estaba un poco lejos, que yo tenía mil cosas que hacer al día siguiente y que el alcohol "gratis" a espuertas con un montón de gente en un chalecito con piscina, cesped y habitaciones con camas de matrimonio vacías eran muy llamativos. Pero resultó que, al final, era una fiesta en un piso (mal asunto), con poca gente (asunto peor aún) y de ambientación próximo-oriental (cosa que supe cuando la anfitriona abrió la puerta vestida como una Sherezade venida a menos). Pero claro, ya en el cercanías no me pude volver atrás, y el ambiente se estaba llenando de melaza.

Al llegar a Coslada, aluciné un poco. Me recordó a estos barrios chungos que se ven por ahí en la tele a veces, y a unos barrios cerca del mío en mi tierra. Pero claro, yo es que tengo una versión estereotipada de la vida por ser majariego, XDXDXD. Allí vimos unas señoritas que parecían prostitutas (y eso que no quise hacer mi chiste de "¿preguntar es ofender?), y paré a un chico muy mono para preguntarle por la dirección. Muy simpático, dijo que estaba "un poco lejos", y yo me asusté un poco, porque eran las 12 de la noche y no quería andar. Así que le dije a Curlboy que rapidito, que quería beber.

Tardamos escasos 4 minutos en llegar, y dudando (yo no sé cómo calculan las distancias en los sitios pequeños). El piso era bonito, así con un macro patio central con dos piscinas, nos sorprendimos gratamente. Al llegar, alcohol a mansalva, gente vestida como si estuviesen haciendo una parodia de Aladín (por suerte otros muchos no estaban de esa guisa), una morena con flequillo que me llamó la atención desde el primer momento y, gran sorpresa, una cachimba encendida con tabaco aromatizado a la manzana.

La música prometía, la gente era mazo rara (sobre todo unas tipas que había por allí), los tíos unos muermos, pero hicimos buenas migas con la maciza de rojo y con algunas más (que nos preguntaron si éramos novios), así que todo fue más o menos interesante. Si no me bebí 7 no bebí ninguno, y la cachimba hizo sus efectos. Total, que ya estaba medio muerto a las 6 de la mañana, y le dije a Curlboy que me quería ir, que tenía cosas que hacer. Él dijo que perfecto, así que fui a la habitación de la anfitriona para recoger nuestra ropa de abrigo, y él entró, y cerró la puerta. No recuerdo muy bien cómo, pero de repente empezamos a besarnos bastante intensamente. Apagué la luz para disfrutar más del momento (no sé si lo hice por eso), y después de un rato:

-Young, ya, que esto no puede ser.
-Venga, vale, tranquilo, dame un abrazo y nos vamos.
-Vale. Young, el último beso.
-Nunca digas último, Curlboy. Di penúltimo.

Y nos fuimos despidiéndonos de la gente y prometiendo quedar con la de rojo y la anfitriona el próximo sábado (osease, mañana). Fuimos hablando con toda la naturalidad posible hasta el portal, habida cuenta del calentón, y, de repente, sólo con pasarle el brazo por la cintura en plan amiguitos, la torridez volvió al ambiente y comenzó a besarme, musitando: ésto está mal, no sé por qué lo hago, a lo que yo, obviamente, contesté: Porque te gusto mucho, y no desde ayer precisamente. Se ve que le convencí (porque empezamos a superar los besos), y acabamos yéndonos a un callejón de Coslada, entre un colegio y una obra pública que debía ser un auditorio o similar.

Y justo allí, cuando la faena estaba a punto de comenzar (y no os imagináis hasta qué punto, ya condón puesto y todo...), de repente, al otro lado de la verja sobre la cual estábamos inclinados, vemos como a tres metros escasos aparece un coche que nos corta el rollo (obviamente), y del que se bajan dos tíos que entran en el colegio público a saber para qué. Lo más surreal que me ha ocurrido, teniendo en cuenta que eran como las 7 de la mañana de un domingo cuyo lunes era fiesta...

Esperamos impacientemente, yo acordándome de la santa familia de los inoportunos ilegales, esperando que no apareciese el guarda de la obra por allí. Después, cuando se fueron, continuamos con lo nuestro y acabamos.

Todo muy salvaje, muy auténtico, muy contenido. Muy feliz.



PD: Cancionaza, puros 60's.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Primera vez


Hoy ha sido mi primera vez. Después de comprar la protección que necesitaba (y es que la peña es mazo bestia y nunca hay que fiarse) y faltar a un par de clases (convenía prepararse bien), cogí el bus camino del sitio donde habíamos quedado, "ya cambiados", decía el mail que recibí. La verdad es que estaba bastante nervioso, sentía esa incertidumbre que uno siente cuando abre la puerta para entrar a lo desconocido, cuando uno se siente observado y resulta ser el nuevo. Y tanto que era el nuevo: Porque aunque había chicos que se habían incorporado hace relativamente poco y no sé si tenían tan poca experiencia como yo, se les veía que ya dominaban un poco, si no el ambiente en sí, al menos las relaciones con sus compañeros de tarea.

Al principio estaba más cortado, ya que yo soy de observar un poco el ambiente para Debo reconocer que eso de meterse en un cuarto con ventanas altas rodeado de tíos desnudos y semidesnudos tiene lo suyo, y más cuando hay de todo: Había uno alto, musculoso sin pasarse, más bien fibrado, con el pelo muy bonito y nos tatuajes que vaya, vaya. Y otro con unos ojos verdes, más bajito y ancho, que tenía un morbo impresionante quitándose el polo TH que llevaba. Y podría continuar.

Pero claro, no todo iba a ser mirar. Luego vino lo bueno: El sudor, el esfuerzo, el breve dolor, los tocamientos... Todo lo que yo me esperaba, e incluso más. De hecho, acabé con agujetas y con temblor de piernas, de estas veces que acabas medio muerto porque sabes que lo has hecho fenomenal. Luego viene la calma, la ducha, la conversación, el intercambio de datos, y cada uno a su casa, claro. Y en el autobús iba pensando en lo muerto que iba, en lo bien que lo había pasado, y en las ganas que tengo de repetir y conocerlos más " a fondo", ya me entendéis.

Hoy fue mi primer entrenamiento de rugby. ¿Era obvio,no?